viernes, 12 de julio de 2013

Lo que tenés que saber sobre tus pinceles. Parte I





  En esta entrada quería contar lo básico acerca de la elección y cuidado de los pinceles de maquilaje.
Como el tema es interesante y da para mucho, decidí dividir este post en dos partes: Una básica y una avanzada. La intención de esta primera parte es explicar lo más importante y sencillo para no marear.
 En el próximo profundizaré sobre los usos específicos de cada pincel junto con imágenes, algo que me costó mucho encontrar cuando yo intentaba averiguarlo. Pero basta de introducciones, empecemos..

  En un principio, un punto crucial de todo el asunto es ¿Pinceles de pelo natural o pelo sintético? Aquí reside la duda de todo aficionado. Muchas veces los vendedores en los locales no saben realmente la respuesta, y nos hacen creer que los de pelo natural son los mejores. Y por instinto, muchos lo hemos creído. Pero no.
   La respuesta es: Ambos. En un buen set de pinceles hace falta de ambos tipos. Los pinceles de pelo sintético se utilizan para productos líquidos y cremosos, tales como bases, correctores, sombras o rubores en crema, etc, porque no se empastan como lo hace el pelo natural. El pelo sintético es brilloso y hace un sonido plástico cuando se pasa la uña entre las cerdas. En cambio, el pelo natural, al ser más poroso, sirve para que los productos en polvo, como sombras, rubores, polvos sueltos, etc, se adhieran mejor. En síntesis, levantan más producto. El pelo natural es más opaco, y sus puntas no aparentan ser tan parejas como las del pincel de pelo sintético. Cuando se comparan ambos tipos de pinceles es mucho más fácil notar la diferencia que si nos encontramos con uno solo. Es una cuestión de práctica más que nada.  


¿Qué tan seguido hay que lavar los pinceles? En este punto me parece que vale la pena hacer un par de aclaraciones. Primero e importantísimo: Nuestra piel, por más limpia que esté, siempre va a tener bacterias, que cuando nos maquillamos se transfieren a los pinceles y ahí mismo se pueden seguir multipicando. Si nos maquillamos estando enfermas es de máxima importancia limpiar los pinceles utilizados para evitar volver a ponernos todas esas bacterias en la cara la próxima vez que nos maquillemos. Además, los aceites naturales de la piel se van acumulando en las cerdas y pueden perjudicar el resultado del maquillaje.


¿Cómo se limpian los pinceles? La higienización y cuidado de los pinceles es mucho más sencilla de lo que se suele creer. Basta usar jabón blanco neutro en pan (como el que se usa para lavar la ropa a mano) o shampoo.
 Los enjabonan una vez húmedos y los pasan en vaivén suavemente sobre la mano hasta que vean que ya no salen pigmentos con el jabón. Los enjuagan y pueden presionarlos sin tirar de las cerdas para eliminar excedentes de agua y que se sequen más rápido.
 Hay un "secreto" en esto. Es importante que no los dejen secar con las cerdas hacia arriba, porque los restos de agua se filtran hacia el interior del pincel y pueden oxidar la virola (es la parte de metal que se encuentra entre el mango y las cerdas del pincel), y esto puede arruinar o aflojar el pelo.
 También es importante no dejarlos nunca boca abajo, es decir, con las cerdas apoyadas y el mango para arriba, porque hace que las cerdas se deformen.
 Entonces lo ideal sería poder dejarlos sobre una superficie inclinada, con las cerdas apuntando hacia abajo, pero si eso no fuera posible, yo los dejo secar siempre acostados y hasta ahora me ha ido bien. 

 Existen también limpiadores específicos para pinceles de maquillaje que logran la desinfección y limpieza parcial de los mismos para poder seguir utilizandolos en el momento, y son de utilidad para quienes trabajen con ellos, pero la verdad es que nunca los probé así que me limito solo a mencionarlos.

¿Cómo se guardan los pinceles? Lo ideal es almacenarlos dentro del estuche original (también llamado manta, o mat) donde están al resguardo de la suciedad y tienen su espacio para no deformarse. Pero la mayoría de los que se inician en el maquillaje o tienen pocos pinceles para uso personal fueron comprando sus pinceles de a poco y tal vez no tengan este tipo de estuche. En este caso, se pueden utilizar estuches tipo lapiceros que se puedan tapar, para evitar que se ensucien con el polvo, ácaros o bacterias que pueda haber en el ambiente.



Estuche original. Manta o Mat



Estuche tipo lapicero con tapa


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Espero que les haya gustado el post, en un tiempo estaré publicando la segunda parte!
Saludos!
Hasta la próxima!




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